Llegada al mundo

Desde pequeña me gustó dibujar, en casa cubrían la pared con papel para que pintase con las manos y durante mi época académica llené varios libros de texto de bocetos y garabatos.

1993

Formación

Aunque pintar era mi pasión, me gradué en la carrera de Administración y Dirección de Empresas.

Trabajé durante varios años diseñando oficinas y atendiendo a muchos clientes que querían que les diseñara y montara la suya. 

2016

Despertar artístico

Me independicé y al tener mi propio espacio empecé a pintar más. Me regalaron unas acuarelas portátiles y seguí pintando también en mis viajes, pequeñas postales que luego me traía de recuerdo.

2018

Pandemia

Estar retenida en casa hizo que pintara todavía más y no solo para mí, ya que la gente empezó a enviarme sus fotos y encargarme que se las ilustrara, incluso que reprodujera mis postales para poder comprármelas. Tras desconfinarnos, me fui a hacer uno de los Caminos de Santiago, lo fui ilustrando en un cuaderno y al compartirlo en mis redes sociales hizo que tuviera más seguidores interesados por lo que yo pintaba.

2020

Emprender en el mundo del arte

Dejé mi trabajo de interiorista de oficinas y comercial para vivir de mi arte.

2022

Vivir un sueño

Desde entonces no he parado de experimentar y probar nuevas formas de trabajar con la acuarela y reproducirla en diferentes formatos. Creando desde mi propia inspiración o atendiendo la demanda de otras personas y organizaciones que confían en mi arte para llevar a cabo diferentes proyectos.

La chica de las postales o la ilustradora del Cantábrico son dos apodos que me ha dado este trabajo y la gente que lo sigue y me encantan.

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